Descubrimientos recientes demuestran que los humanos descienden de los bárbaros vrykul, guerreros semigigantes que habitan en Rasganorte. Los primeros humanos se organizaron originariamente en pueblos tribales desperdigados durante varios milenios, hasta que la creciente fuerza del imperio trol les obligó a unificarse por motivos estratégicos. Y de este modo se formó la nación de Arathord, así como su capital: la ciudad estado de Strom.
Tras varios siglos de paz, sin embargo, las cada vez más prósperas e independientes ciudades de estado de Arathor se separaron en diferentes reinos: Gilneas al oeste; Alterac, Dalaran y Lordaeron al noroeste; Kul Tiras al suroeste y Ventormenta en el extremo sur. La propia Strom cambió su nombre al de Stromgarde y continuó siendo un reino poderoso.
Pero el desastre cayó sobre ellos cuando la Horda de los orcos hizo su aparición en Azeroth, Ventormenta quedó reducida a ruinas durante la Primera Guerra entre los orcos y los humanos. Los supervivientes de la ciudad, incluido el joven príncipe Varian Wrynn, huyeron a Lordaeron, donde los líderes de los siete reinos decidieron unirse una vez más en la Alianza de Lordaeron. Todos unidos consiguieron derrotar a la Horda durante la Segunda Guerra.
Sin embargo, las tensiones entre los reinos fueron creciendo debido a que los costes de la Alianza resultaron ser mucho más altos de lo esperado. Los líderes de Gilneas y Stromgarde que no deseaban pagar los impuestos, decidieron retirar a sus reinos de la Alianza. Además el desastre golpeó al reino de Lordaeron en forma de peste misteriosa que diezmó su población, miles de sus habitantes murieron y se convirtieron en siervos no-muertos del Rey Exánime. Incluso el príncipe de Lordaeron, Arthas Menethil, sucumbió a la manipulación del Rey Exánime, que le condujo a matar a su propio padre y a viajar a Rasganorte para unirse a su amo. Durante los cinco años siguientes el Rey Exánime permaneció en Rasganorte, conspirando y reuniendo sus ejércitos.
Pero la liberación de la peste de no-muertos no fue más que un mero preparativo para la invasión de la demoníaca Legión Ardiente, que llevaba mucho tiempo tratando de acabar con toda la vida de Azeroth. Cuando la Legión atacó, los humanos se unieron con otras razas para asegurar una costosa victoria durante la Tercera Guerra. Recientemente, miembros de la Horda y de la Alianza se han lanzado a diferentes campañas en Rasganorte, y sus esfuerzos se han visto reflejados en la aplastante derrota del Rey Exánime.
Desde la caída de Lordaeron, el reino de Ventormenta se ha convertido en el más resistente bastión para los humanos y en la fuerza más poderosa en la actualmente multirracial Alianza. Liderado por el rey Varian Wrynn, el pueblo de Ventormenta se aferra sólidamente a los principios de honor y justicia mientras defiende sus asentamientos y a sus familias.
A pesar de que la raza humana es una de las más jóvenes de Azeroth, se ha enfrentado a grandes desafíos con fortaleza y resistencia. Su capacidad para la adaptación y la recuperación los ha convertido en una fuerza vital en un mundo en constante cambio.
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