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Plagahistoria


La peste de los no-muertos es parte de la Warcraft Encyclopedia publicada en la página oficial de World of Warcraft[1] como parte de la Historia de Warcraft.


La peste de los no-muertos[ | ]

La devastadora peste de los no-muertos comenzó en Rasganorte tras la Segunda Guerra. Allí, desde lo más profundo del Trono Helado, el Rey Exánime Ner'zhul afligió una remota aldea humana usando sólo su voluntad: una mórbida prueba cuya finalidad era medir la efectividad de la peste. Los aldeanos infectados murieron y cuando sus cuerpos se volvieron a levantar como zombis, se habían convertido en torpes sirvientes descerebrados de Ner'zhul.

El experimento resultó un éxito, pero el Rey Exánime no estaba dispuesto a aceptar nada menos que la perfección. Contaminó a todos los habitantes humanos de Rasganorte, sometiéndolos a su gélida voluntad mientras continuaba refinando su enfermedad infernal.

En el curso de sus experimentos, Ner'zhul se aseguró de que la enfermedad se centrara específicamente en los humanos para convertirlos en “no-muertos”. Aunque las razas no humanas y las criaturas (e incluso la propia tierra) eran susceptibles de verse afectadas por la peste, era en la humanidad en lo que Ner'zhul quería centrarse. Como resultado, la reacción de la flora y fauna infectada fue diferente: estaban enfermas y marchitas, pero no realmente muertas y no se encontraban sometidas al yugo del Rey Exánime.

Por ello, aunque existen representantes de los no-muertos entre las razas no humanas, estos agentes en particular son ejemplos de no-muertos creados mediante necromancia y no por la peste.

Una vez que Ner'zhul acabó de realizar sus ajustes, su mente llegó hasta Dalaran, hasta el contrariado humano Kel'Thuzad. El archimago respondió a la llamada caminando por los árticos baldíos de Rasganorte hasta subir los peldaños del Trono Helado*. Allí se comprometió a actuar como teniente del Rey Exánime a cambio de inmortalidad y poder incalculable. Se le entregaron calderos de peste concentrada para distribuirlos por las tierras de Lordaeron con ayuda de sus acólitos del Culto de los Malditos y, poco tiempo después, los aldeanos muertos de todo el reino se levantaron y volvieron a caminar, marchando contra los vivos en obediente servidumbre a su nuevo amo.

Y así surgió la Plaga en un mundo que no sospechaba nada.


Referencias[ | ]

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