Wowpedia
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'''FELO'MELORN'''
 
'''FELO'MELORN'''
 
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Felo'melorn. Fogonazo. Espada de reyes. Azote de trols. Su leyenda se remonta a milenios de antigüedad. Se erige como símbolo de esperanza, de pérdida y de poder tanto de destrucción como de renovación.
Felo'melorn. Flamestrike. Sword of kings. Bane of trolls. Its legend stretches back through the millenia. It stands as a symbol of hope, loss, and power-of destruction and renewal.
 
 
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Those who have wielded Felo'melorn have forever etched their names into history. Will you do the same?
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Quienes han empuñado Felo'melorn han grabado sus nombres en la historia para siempre. ¿Harás lo mismo?
 
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'''PART ONE'''
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'''PRIMERA PARTE'''
 
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Aunque no se sabe a ciencia cierta, los rumores transmitidos durante generaciones indican que un joven [[Dath'remar Caminante del Sol]], que un día se convertiría en rey de los [[elfos nobles]], soñó con el arma Felo'melorn. En ese sueño, la hoja arcana ardía como el sol y liquidaba a tantos enemigos que creaba un río de sangre de elevado caudal.
Though it is not known for certain, rumors that have passed down through generations suggest that a young [[Dath'Remar Sunstrider]], who would one day become king of the [[high elf|high elves]], dreamed of the weapon Felo'melorn. In that dream, the arcane blade burned like the sun and dispatched so many enemies that it created a swift-flowing river of blood.
 
 
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Dath'Remar would later recount the specifics of the blade's appearance to the renowned magesmith [[Luminarian]] as he crafted the weapon on his arcane forge.
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Dath'remar explicaría luego los detalles del aspecto de la espada al famoso mago herrero Luminarian mientras este fabricaba el arma en su forja arcana.
 
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'''PART TWO'''
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'''SEGUNDA PARTE'''
 
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From the personal writings of [[Serena Everwind]], night elf priestess during the [[War of the Ancients]]:
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De los escritos personales de [[Serena Vientoeterno]], sacerdotisa elfa de la noche durante la [[Guerra de los Ancestros]]:
 
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"Dath'remar blandía Felo'melorn, Fogonazo, como un elfo poseso. Era una fuerza imparable, tan majestuosa y grácil como salvaje y letal. Las runas de la hoja parecían palpitar al unísono con el fiero corazón de Dath'remar mientras separaba miembros de cuerpos y cabezas de hombros.
" Dath'Remar wielded Felo'melorn, Flamestrike, like an elf possessed. He was an unstoppable force, at once majestic and graceful yet savage and deadly. The runes of the blade seemed to pulse in rhythm with the pounding of Dath'Remar's fierce heart as he separated limb from body and head from shoulders.
 
 
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Cuando la lucha terminó, Dath'remar se erguía cubierto de sangre de demonio. Al caer la noche, sabíamos que quedaban más batallas, pero, con este elfo y su espada entre nosotros, teníamos la esperanza de que la victoria no estuviera fuera de nuestro alcance".
" When the fighting was done, Dath'Remar stood painted in demon blood. As night fell, we knew that more battles remained, and yet, with this elf and this blade among us, we held out hope that victory did not lie beyond our grasp."
 
 
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'''PART THREE'''
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'''TERECERA PARTE'''
 
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In the hands of [[Anasterian Sunstrider]], great-grandson of the high elf king Dath'Remar, Felo'melorn became a legendary troll-killer.
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En manos de [[Anasterian Caminante del Sol]], bisnieto del rey elfo noble Dath'remar, Felo'melorn se convirtió en un arma legendaria matadora de trols.
 
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Entre estos se propagaron los rumores sobre una hoja encantada y potenciada con magia arcana, no solo para matar enemigos formidables y astutos, sino también para exterminar en masa y anegar los campos de batalla con su sangre.
Among the trolls, whispers spread of a spellbound blade, empowered by arcane magic not only to slay the most formidable and cunning of its enemies, but also to cut through superior numbers and irrigate battlefields with their blood.
 
 
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Los médicos brujos trols comenzaron a lanzar maleficios y maldiciones contra la infame arma, pero la historia confirmó que ni el vudú más oscuro sirvió de gran cosa a la hora de contrarrestar la eficacia de Felo'melorn durante las [[Guerras Trol]]s.
Troll witch doctors set about casting hexes and curses against the infamous weapon, but history bears out that even the darkest voodoo did little to negate the effectiveness of Felo'melorn during the [[Troll Wars]].
 
 
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'''PART FOUR'''
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'''CUARTA PARTE'''
 
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An account of the battle between the death knight [[Arthas Menethil|Arthas]] and Anasterian Sunstrider during the [[Scourge invasion of Quel'Thalas|attack]] on [[Quel'Thalas (kingdom)|Quel'Thalas]], from the personal writings of the former priestess [[Lady Liadrin|Liadrin]]:
+
Un relato de la batalla entre el caballero de la muerte [[Arthas]] y Anasterian Caminante del Sol durante el [[Scourge invasion of Quel'Thalas|ataque a Quel'thalas]], de los escritos personales de la antigua sacerdotisa [[Liadrin]]:
 
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"Todos los combates se detuvieron. El silencio cayó sobre el campo de batalla. Yo observaba desde lejos, impotente, cómo el antiguo príncipe Arthas lanzaba un hechizo que congelaba a Anasterian con una capa de hielo. El rey lanzó un contrahechizo y se liberó mientras el caballero de la muerte avanzaba. Felo'melorn y [[Agonía de Escarcha]] se encontraron, y el choque estridente de su impacto se propagó por el hielo y a través de las losas empapadas en sangre.
" All fighting came to a halt. Silence fell over the battlefield. I watched from a distance, helpless as the former prince Arthas cast a spell freezing Anasterian in a coat of ice. The king cast a counterspell, freeing himself as the death knight advanced. Felo'melorn and [[:Frostmourne]] met, the strident clash of their impact rolling out over the ice and across the blood-drenched tiles.
 
 
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" The force of their meeting cleaved Felo'melorn, Flamestrike, in half. Arthas's swing continued, severing the right leg of our aged, beloved king. Even as Anasterian dropped to his remaining knee, he struck out, burying his broken blade in the death knight's thigh. Arthas whirled Frostmourne up, over, and down, thrusting it to be the hilt behind Anasterian's collarbone and deep into his chest.
+
La fuerza de su encuentro partió Felo'melorn, Fogonazo, por la mitad. El mandoble de Arthas continuó y amputó la pierna derecha de nuestro anciano y querido rey. Mientras Anasterian caía sobre la rodilla que le quedaba, hundió su espada rota en el muslo del caballero de la muerte. Arthas hizo girar Agonía de Escarcha desde arriba para luego hacerla descender y clavarla hasta la empuñadura tras la clavícula de Anasterian y hasta el centro de su pecho.
 
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" The death knight yanked his blade free; Anasterian pitched forward onto the ice.
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El caballero de la muerte liberó su hoja de un tirón y Anasterian se desplomó sobre el hielo.
 
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El gran rey de los elfos nobles estaba muerto. Y, para muchos de nosotros aquel día, murieron con él nuestras esperanzas y nuestros corazones".
" The great king of the high elves was dead. And for many of us that day, our hopes and our hearts died with him."
 
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'''QUINTA PARTE'''
 
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Pasaje del diario de [[Lor'themar Theron]], acerca del retorno del príncipe [[Kael'thas]] al poco de la destrucción de Quel'thalas:
'''PART FIVE'''
 
 
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"Nuestro rey caído, Anasterian, yacía sobre una mesa en la sala de la taberna; su espada rota, Felo'melorn, descansaba sobre su pecho, recompuestas las dos partes. Le dije a nuestro príncipe que el arma se había hecho pedazos en la batalla contra el caballero de la muerte Arthas.
Excerpt from the journal of [[Lor'themar Theron]], concerning [[Kael'thas Sunstrider|Prince Kael'thas]]'s return in the immediate wake of Quel'Thalas's destruction:
 
 
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Kael'thas se acercó al cadáver de su padre y, mientras pasaba el dedo por la fractura, aseguró que no creía posible que la hoja de Fogonazo pudiera romperse.
" Our fallen king, Anasterian, lay upon a table in the tavern hall; his broken blade, Felo'melorn, rested upon his chest, the two pieces joined. I told our prince that the weapon had been shattered in the battle with the death knight Arthas.
 
 
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Me quedé reflexionando sobre el legado que le esperaba a nuestro pueblo y a la legendaria espada que ya no simbolizaba fortaleza ni dominio, sino falibilidad".
" Kael'thas walked to his father's body and ran his finger over the fracture, remarking that he did not believe it possible for Flamestrike's blade to be sundered.
 
 
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'''SEXTA PARTE'''
" It was left wondering what legacy, if any, awaited our people and the legendary blade that now symbolized not strength or dominance, but fallibility."
 
 
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En el tiempo que prosiguió al devastador ataque de [[la Plaga]] contra Quel'thalas, el príncipe Kael'thas renombró a los elfos nobles supervivientes como sin'dorei, o elfos de sangre. Mientras el príncipe y una banda de [[elfos de sangre]] ayudaban a las tropas humanas del gran mariscal [[Garithos]] contra las fuerzas de no-muertos que quedaban, se rumoreaba que Kael'thas conservaba los trozos de la espada de su padre, Felo'melorn, sobre un aparador en sus desvencijados aposentos.
'''PART SIX'''
 
 
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Kael'thas soñaba con reforjar el filo de Fogonazo para volver a convertirla en un símbolo de esperanza que demostrara a su pueblo que, incluso ante penurias abrumadoras, los elfos de sangre resisten.
In the time following the devastating [[Scourge]] attack on Quel'Thalas, Prince Kael'thas renamed the high elf survivors the sin'dorei, or [[blood elf|blood elves]]. While the prince and a band of blood elves assisted the human troops of [[Othmar Garithos|Grand Marshal Garithos]] against the remaining undead forces, it was rumored that Kael'thas kept the pieces of his father's sword, Felo'melorn, on a sideboard in his dilapidated quarters.
 
 
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'''SEPTIMA PARTE'''
Kael'thas dreamed of making Flamestrike's blade whole again that it might serve once more as a symbol of hope, to show his people that even in the face of overwhelming hardship, the blood elves would not be broken.
 
 
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Con el tiempo, el príncipe Kael'thas Caminante del Sol cumplió su sueño de volver a unir los trozos rotos de Felo'melorn.
'''PART SEVEN'''
 
 
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Se dice que la espada se reforjó con "magia, odio y una necesidad acuciante de venganza".
In time, Prince Kael'thas Sunstrider realized his dream of rejoining the broken pieces of Felo'melorn.
 
 
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Hay quien especula que llevaron la espada a un descendiente de Luminarian, el mago herrero que había creado originalmente el arma en su legendaria forja arcana antes de la Guerra de los Ancestros. Esta afirmación nunca ha sido verificada por una fuente independiente.
It is said that the sword was reforged with "magic, and hatred, and a burning need for revenge."
 
 
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'''OCTAVA PARTE'''
There are some who speculate that the sword was taken to a descendant of Luminarian, the magesmith who originally created the weapon on his legendary arcane forge before the War of the Ancients. This assertion has never been independently verified.
 
 
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Un relato de la batalla entre Kael'thas Caminante del Sol y el caballero de la muerte Arthas, de los escritos personales de Kael'thas:
'''PART EIGHT'''
 
 
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"El caballero de la muerte cargó con su espada, Agonía de Escarcha, formando un arco descendiente. Yo lo bloqueé con mi bastón, pero fue inútil: el báculo se hizo pedazos. Entonces revelé mi sorpresa...
An account of Kael'thas Sunstrider's battle with the death knight Arthas, from the personal writings of Kael'thas:
 
 
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Felo'melorn. Fogonazo. Reparada e íntegra de nuevo. Ardía con la furia de los justos cuando nuestras dos espadas chocaron. Ambos nos mantuvimos firmes mientras las hojas forcejeaban. Sonreí y le pregunté a Arthas si se acordaba de Felo'melorn.
" The death knight charged, his blade, Frostmourne, arcing down. I blocked with my staff, but it was no use; the stave shattered. It was then that I revealed my surprise...
 
 
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Él respondió con malicia que la vio partirse bajo Agonía de Escarcha cuando mató a mi padre. Mientras me rechazaba de una estocada, le dije que había encontrado la espada, que la había reforjado...
" Felo'melorn. Flamestrike, mended, made whole once again. It burned with rigthteous fury as our sword clashed. Each of us held steady, blades pressed right. I smiled and asked Arthas if he remembered Felo'melorn.
 
 
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'Las espadas rotas son débiles cuando se reparan, elfo', dijo el despreciable antiguo príncipe.
" He snidely replied that he saw it snap beneath Frostmourne in the instant before he slew my father. When he shoved me back, I told him that I had found the blade, had it reforged...
 
 
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'Las espadas humanas, tal vez', contesté. Y comprendí... ese día comprendí tan solo que quizás yo no vencería, pero que Felo'melorn no volvería a romperse.
" 'Broken swords are weak where they are mended, elf,' the despicable former prince said.
 
 
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Lleno de renovada determinación, ataqué".
" 'Human swords, perhaps,' I replied. And I knew... that day I knew ths one thing at least: I might not win, but Felo'melorn would not be broken again.
 
 
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'''NOVENA PARTE'''
" Filled with renewed purpose, I attacked."
 
 
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Del diario de [[Lyandra Caminante del Sol]], pariente lejana del rey Anasterian:
'''PART NINE'''
 
 
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"Hoy, al fin, mis esfuerzos para descubrir el paradero de lo que me pertenece por derecho de nacimiento han dado sus frutos.
From the journal of [[Lyandra Sunstrider]], distant relative of King Anasterian:
 
 
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Ya se me ha revelado que la espada de mis ancestros, Felo'melorn, Fogonazo, se halla en la fortaleza del [[Rey Exánime]], en la [[Ciudadela de la Corona de Hielo]].
" Today, at last, me efforts to uncover the location of my birthright have borne fruit.
 
 
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  +
Allí la llevaron cuando dejó de estar en manos del traidor Kael'thas Caminante del Sol.
" It is now made known to me that the sword of my ancestors, Felo'melorn, Flamestrike, resides within the [[Lich King]]'s stronghold of [[Icecrown Citadel]].
 
 
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Al fin podré reclamar mi derecho al trono de los Caminante del Sol. Buscaré Fogonazo y cumpliré con mi destino".
" It was there that the blade was taken to after leaving the possession of the traitor Kael'thas Sunstrider.
 
 
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'''DÉCIMA PARTE'''
" At last, I shall validate my claim to the Sunstrider throne. I shall seek out Flamestrike, and I shall realize my destiny."
 
 
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Última entrada en el diario de Lyandra Caminante del Sol, pariente lejana del Rey Anasterian:
'''PART TEN'''
 
 
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"Ciudadela de la Corona de Hielo, yo maldigo tu nombre.
Last journal entry of Lyandra Sunstrider, distant relative of King Anasterian:
 
 
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Avancé por pasadizos vacíos y atravesé un sinuoso laberinto de [[saronita]] negra hasta que descubrí un fulgor rojo y cálido proveniente de una sala al final de un lúgubre corredor.
" Icecrown Citadel, I curse your name.
 
 
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Entré y descubrí la espada... Felo'melorn. Fogonazo, colocada sobre una tarima. ¡Por fin, la espada que defendería mi reivindicación del trono de los Caminante del Sol! Me acerqué, fascinada, extendí la mano...
" Along empty halls I made my way, through a twisting labyrinth of black [[saronite]], until I beheld a warm, red glow pouring from a room at the end od a dismal passage.
 
 
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Y la puerta se cerró de golpe a mi espalda. El premio que tanto había perseguido estaba al fin a mi alcance...
" I entered and saw... Felo'melorn, Flamestrike, mounted upon a dais. Al last, the sword that would solidify my claim to the Sunstrider throne! I approached, awestruck, reached out...
 
 
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Pero ahora... estoy atrapada. Me espera una muerte segura. O tal vez... algo peor".
" And the door slammed shout behind me. The prize I had so long sought was at las within my grasp...
 
 
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'''UNDÉCIMA PARTE'''
" But now... I am trapped. Surely death awaits me. Or perhaps... something worse."
 
 
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Fragmento de un discurso pronunciado por [[Aethas Atracasol]]:
'''PART ELEVEN'''
 
 
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"Hermanos míos, desde la expulsión de los [[Atracasol]] del [[Kirin Tor]], nos hemos esforzado por conseguir que nos readmitieran. Ahora os digo que la clave para nuestra salvación existe... existe en las heladas salas negras de la Ciudadela de la Corona de Hielo, en posesión de una elfa caída, Lyandra Caminante del Sol.
Excerpt from a speech given by [[Aethas Sunreaver]]:
 
 
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Ahora habita allí como una mera carcasa reanimada de lo que fue en vida, pero he sabido que es Lyandra quien tiene la infame espada de los reyes, Felo'melorn. Fogonazo. El mismísimo Rey Exánime le encomendó su custodia, para que ayudara en la batalla contra la [[Legión Ardiente|Legión]]. Lyandra se obsesionó con la espada mientras estaba entre los vivos y, cuando se aventuró en Corona de Hielo para hacerse con ella, esa fijación resultó ser su perdición. Sin embargo, el trágico tropiezo de Lyandra nos brinda a nosotros una oportunidad...
" My brothers, in the time since the [[Sunreavers]]'s [[Purge of Dalaran|expulsion]] from the [[Kirin Tor]], we have endeavored to secure readmission. I tell you now that the key to our salvation exists... It exists within the frozen black halls of Icecrown Citadel, in the possession of a fallen elf Lyandra Sunstrider.
 
 
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La oportunidad para los Atracasol de recuperar el lugar que nos corresponde... ¡en el Kirin Tor!".
" She dwells there now as a reanimated shell of her former self, but I have learned that it is Lyandra who holds the infamous blade of kings, Felo'melorn, Flamestrike. It has been trusted to remain in her keeping by the Lich King himself, to aid in battle against the [[Burning Legion|Legion]]. Lyandra was obsessed with the blade while she was among the living, and when she ventured to Icecrown to claim it, that obsession proved to be her downfall. However, Lyandra's tragic misstep provides us with an opportunity...
 
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" An opportunity for the Sunreavers to retake our rightful place... among the Kirin Tor!"
 
 
}}
 
}}
   

Revisión del 21:36 16 jul 2019

Archive of the Tirisgarde

El Archivo de la Guardia de Tirisfal es un libro que se encuentra en la Cámara del Guardián, en Dalaran. Contiene la historia de los artefactos de los magos.

Contenido

Introducción

ARCHIVO DE LA GUARDIA DE TIRISFAL

Mage Crest

Escrito por la investigadora de la Guardia de Tirisfal Edirah.

Aluneth

Artículo principal: Inv staff 2h artifactaegwynsstaff d 01 [Aluneth]

ALUNETH

Azeroth está lleno de reliquias y artefactos legendarios, pero nada comparable a Aluneth. Durante cientos de años, la guardiana Aegwynn se valió de este gran báculo para defender Azeroth de la Legión Ardiente.

Pero no es solo eso lo que hace única a esta arma. Un ente de energía arcana pura conocido como Aluneth está vinculado al gran báculo. Para dominar a este ser impetuoso y su poder son necesarias una tremenda precisión y concentración. Un mago corriente jamás podría controlar a Aluneth.

Por suerte, tú no tienes nada de corriente.

PRIMERA PARTE

Los sabios y alborozados dragones azules fueron las primeras criaturas de Azeroth en descubrir Aluneth. Mientras manipulaban el tejido de la realidad, se adentraron en otro plano de existencia y contactaron con la extraña entidad arcana.

A los dragones azules les encantaba desentrañar misterios y ahondar en los secretos del universo. Tan intrigados estaban por la existencia de Aluneth que invocaron a la entidad a este mundo para seguir estudiándola.

Aluneth se desbocó de inmediato por la guarida de los dragones azules, El Nexo. La presencia arcana destruyó innumerables artefactos poco comunes y libros de poder antes de ser finalmente contenida. Los dragones no estaban enfadados por lo que había sucedido: estaban encantados con la naturaleza caprichosa de Aluneth.

Tras años de experimentos inofensivos con Aluneth, los dragones azules satisficieron su curiosidad y enviaron al ente de vuelta a su propio plano.

SEGUNDA PARTE

Extracto del capítulo cuarenta y tres de Magia Antigua y Cómo Usarla sin Destruir el Mundo:

"Llegamos a la historia del altonato llamado Meitre y la fuente de su poder, Aluneth. Pocos debates han sido tan acalorados. Solo el año pasado, cinco magi fueron atendidos por quemaduras graves después de que su discusión sobre Meitre se intensificara hasta acabar en una pelea encendida. Dejemos los rumores a un lado y centrémonos en los hechos.

Meitre vivió durante el apogeo del imperio de los elfos de la noche, y fue uno de los hechiceros más dotados de su raza. Según parece, pasó años explorando el mundo en busca de conocimientos. Sus extensos viajes lo pusieron en contacto con un dragón azul desconocido, por el cual Meitre supo de la existencia del ser arcano llamado Aluneth y del plano de otro mundo en el que habitaba.

El hechicero nunca esclavizó a Aluneth: aquel ser era demasiado fuerte y difícil de manejar. Pero Meitre encontró un modo de extraer poder de la entidad y usó sus energías para mejorar sus propios hechizos".

TERCERA PARTE

Extracto del capítulo cincuenta de Magia Antigua y Cómo Usarla sin Destruir el Mundo, acerca de la primera invasión de Azeroth por parte de la Legión Ardiente:

"La mayoría de hechiceros altonato se alineó con la Legión Ardiente y usó sus poderes para ayudar a los demonios a invadir el mundo. Pero Meitre no: se unió a la resistencia de los elfos de la noche y luchó para defender el mundo. Fue durante esos años penosos cuando Meitre llegó a dominar su conexión con Aluneth.

En una batalla, él y un grupo de defensores elfos de la noche se encontraron rodeados por una fuerza abrumadora de demonios. La muerte era inminente, pero Meitre no perdió la esperanza. Invocó las energías de Aluneth y elaboró un hechizo de teletransporte masivo que los puso a salvo a él y a sus camaradas.

Esto debe servir de lección para comprender que lo que hace grandes a los magi no es solo su capacidad para destruir, sino su capacidad para salvar vidas. La auténtica sabiduría consiste en distinguir el momento adecuado para usar una en vez de la otra".

CUARTA PARTE

Extracto del capítulo sesenta y uno de Magia Antigua y Cómo Usarla sin Destruir el Mundo, acerca de las secuelas de la Guerra de los Ancestros:

"Tras la victoria sobre la Legión, los elfos de la noche prohibieron el uso de magia arcana. Creían que las artes de los hechiceros no eran seguras y que usarlas solo conduciría a otro desastre como la Guerra de los Ancestros.

Meitre no podía renunciar a la magia. Hacerlo significaba romper su vínculo con Aluneth. Al hechicero le daba pavor la idea de perder su capacidad de aprovechar el poder del ente. Tal vez le faltaba confianza en sus propias habilidades. Fuera lo que fuese, Meitre se retiró de la sociedad y se recluyó".

QUINTA PARTE

Nadie sabe exactamente qué fue de Meitre, pero dejó tras de sí abundantes pergaminos que serían la base de la magia moderna. Sus escritos incluían una serie de hechizos que había creado él mismo.

Incluso miles de años después de la Guerra de los Ancestros, los magi humanos y elfos nobles seguían aprendiendo de los conocimientos de Meitre. La capacidad de lanzar hechizos con sus pergaminos se consideraba un paso importante en la educación de un joven aprendiz, y un modo de valorar la aptitud de un alumno.

Aunque muchos fueron los magi que profundizaron en los pergaminos de Meitre, ninguno supo de Aluneth. El ente que había tenido un papel tan determinante en la vida del hechicero había caído en el olvido... hasta la era de la guardiana Aegwynn.

SEXTA PARTE

Aegwynn era la guardiana de Tirisfal, una hechicera de poder extraordinario con la misión de proteger Azeroth de la Legión Ardiente.

Como todos los magi de su época, Aegwynn sabía de la existencia de Meitre y de sus pergaminos. Durante su aprendizaje, había dominado los hechizos del antiguo elfo mucho antes que los demás estudiantes.

Había algo de Meitre que siempre había desconcertado a Aegwynn. Mientras estudiaba sus escritos, se dio cuenta de que el elfo había tenido un poder inmenso, superior al que ningún hechicero corriente debería tener. Cuando Aegwynn ocupó el cargo de guardiana, se obsesionó con averiguar cómo.

Aegwynn descubrió una serie de pergaminos perdidos escritos por Meitre. Describían Aluneth con todo detalle, y hasta incluían hechizos que el elfo había usado para aprovechar el poder de aquel ser.

SÉPTIMA PARTE

La guardiana Aegwynn creía que podría usar Aluneth como un arma formidable contra la Legión Ardiente. Pero, al contrario que Meitre, no se limitaría a usar las energías de la entidad, sino que la traería a Azeroth y la vincularía a su voluntad.

La invocación de Aluneth fue sencilla para Aegwynn, pero el arma no obedecía sus órdenes. La veleidosa criatura se revolvió contra las magias de contención de la guardiana y anuló sus hechizos. Aegwynn disfrutó con el desafío de domar a Aluneth.

Tras muchos contratiempos, Aegwynn consiguió vincular la entidad a un gran báculo encantado. La tarea de contener a Aluneth había finalizado, pero la guardiana tardaría años en dominar por completo su poder

OCTAVA PARTE

Un pasaje de Fuego en el Norte: la Batalla entre Aegwynn y Sargeras, del historiador Llore:

"De todos los padecimientos que sufrió Aegwynn, de todos los enemigos con los que luchó, ninguno fue comparable a Sargeras. En los páramos helados de Rasganorte, la guardiana se enfrentó al líder de la Legión Ardiente.

No era Sargeras en su forma auténtica, solo un avatar con parte de su fuerza. Aun así, el oponente de Aegwynn tenía un poder inconmensurable.

Aegwynn alzó Aluneth bien alto e invocó una tormenta de magia arcana para aniquilar a Sargeras. No sucedió nada. El ente vinculado al arma de Aegwynn se resistía a su orden. Mientras forcejeaba para imponer su voluntad sobre Aluneth, Sargeras lanzó un furioso ataque contra la guardiana.

Al final, Aegwynn dejó Aluneth a un lado y optó por un arma más fiable. Invoco a Atiesh, un poderoso bastón transmitido de guardián en guardián, y renovó su ataque contra Sargeras".

NOVENA PARTE

Aegwynn derrotó a Sargeras, pero la batalla la transformó para siempre.

Sin que la guardiana fuese consciente de ello, el líder de la Legión transfirió parte de su propio espíritu al alma de Aegwynn. El comportamiento de esta se ensombreció. Con el paso de los años, empezó a sospechar del Consejo de Tirisfal, la orden de magi que la había imbuido de poder y le había otorgado el cargo de guardiana.

Con el fin de distanciarse del Consejo, Aegwynn usó Aluneth para forjar un refugio secreto.

En lo alto de un nexo de líneas ley mágicas que recorrían Azeroth, la guardiana elaboró su hechizo. Utilizó todo el potencial de las energías de Aluneth, y la realidad se distorsionó y cambió a su alrededor.

Cuenta la leyenda que entonces surgió de la tierra una gran torre que sería conocida como Karazhan.

DÉCIMA PARTE

Durante siglos, Aegwynn reforzó su control sobre Aluneth. Eliminó a los demonios de la Legión con facilidad y garantizó la seguridad de Azeroth durante generaciones.

Aegwynn dio a luz a un niño llamado Medivh, que se convertiría en el siguiente guardián. Con el tiempo, Aegwynn planeaba legar Aluneth a su hijo, pero ese día no llegaría nunca.

El espíritu de Sargeras se había transmitido de Aegwynn a Medivh. Durante largos años, el señor demoníaco retorció los pensamientos del nuevo guardián. Sargeras usó a Medivh para ayudar a la poderosa Horda de los orcos a invadir Azeroth y traer la guerra al mundo.

UNDÉCIMA PARTE

Un pasaje de El Destino de Aegwynn, del historiador Llore:

"Cuando Aegwynn supo de los actos de Medivh, se enfrentó a él. Madre e hijo desataron toda su furia de sus magias en una batalla que decidiría el futuro de Azeroth.

Ni siquiera con Aluneth a sus órdenes fue capaz Aegwynn de superar a Medivh. Apenas logró sobrevivir a su encuentro con el guardián corrupto.

Medivh fue derrotado posteriormente, pero aquello fue poco consuelo para Aegwynn. Le atormentaba lo que le había ocurrido a su hijo, la oscuridad que sin saberlo le había transmitido. Durante un tiempo, Aegwynn se retiró de la sociedad, y confió Aluneth al Kirin Tor de Dalaran.

Para evitar que se abusara del poder de Aluneth, el Kirin Tor guardó el gran báculo bajo llave. Durante años, permaneció en una cámara encantada, bajo la atenta vigilancia de dragones azules".

Felo'melorn

Artículo principal: Inv sword 1h artifactfelomelorn d 01 [Felo'melorn]

FELO'MELORN

Felo'melorn. Fogonazo. Espada de reyes. Azote de trols. Su leyenda se remonta a milenios de antigüedad. Se erige como símbolo de esperanza, de pérdida y de poder tanto de destrucción como de renovación.

Quienes han empuñado Felo'melorn han grabado sus nombres en la historia para siempre. ¿Harás tú lo mismo?

PRIMERA PARTE

Aunque no se sabe a ciencia cierta, los rumores transmitidos durante generaciones indican que un joven Dath'remar Caminante del Sol, que un día se convertiría en rey de los elfos nobles, soñó con el arma Felo'melorn. En ese sueño, la hoja arcana ardía como el sol y liquidaba a tantos enemigos que creaba un río de sangre de elevado caudal.

Dath'remar explicaría luego los detalles del aspecto de la espada al famoso mago herrero Luminarian mientras este fabricaba el arma en su forja arcana.

SEGUNDA PARTE

De los escritos personales de Serena Vientoeterno, sacerdotisa elfa de la noche durante la Guerra de los Ancestros:

"Dath'remar blandía Felo'melorn, Fogonazo, como un elfo poseso. Era una fuerza imparable, tan majestuosa y grácil como salvaje y letal. Las runas de la hoja parecían palpitar al unísono con el fiero corazón de Dath'remar mientras separaba miembros de cuerpos y cabezas de hombros.

Cuando la lucha terminó, Dath'remar se erguía cubierto de sangre de demonio. Al caer la noche, sabíamos que quedaban más batallas, pero, con este elfo y su espada entre nosotros, teníamos la esperanza de que la victoria no estuviera fuera de nuestro alcance".

TERECERA PARTE

En manos de Anasterian Caminante del Sol, bisnieto del rey elfo noble Dath'remar, Felo'melorn se convirtió en un arma legendaria matadora de trols.

Entre estos se propagaron los rumores sobre una hoja encantada y potenciada con magia arcana, no solo para matar enemigos formidables y astutos, sino también para exterminar en masa y anegar los campos de batalla con su sangre.

Los médicos brujos trols comenzaron a lanzar maleficios y maldiciones contra la infame arma, pero la historia confirmó que ni el vudú más oscuro sirvió de gran cosa a la hora de contrarrestar la eficacia de Felo'melorn durante las Guerras Trols.

CUARTA PARTE

Un relato de la batalla entre el caballero de la muerte Arthas y Anasterian Caminante del Sol durante el ataque a Quel'thalas, de los escritos personales de la antigua sacerdotisa Liadrin:

"Todos los combates se detuvieron. El silencio cayó sobre el campo de batalla. Yo observaba desde lejos, impotente, cómo el antiguo príncipe Arthas lanzaba un hechizo que congelaba a Anasterian con una capa de hielo. El rey lanzó un contrahechizo y se liberó mientras el caballero de la muerte avanzaba. Felo'melorn y Agonía de Escarcha se encontraron, y el choque estridente de su impacto se propagó por el hielo y a través de las losas empapadas en sangre.

La fuerza de su encuentro partió Felo'melorn, Fogonazo, por la mitad. El mandoble de Arthas continuó y amputó la pierna derecha de nuestro anciano y querido rey. Mientras Anasterian caía sobre la rodilla que le quedaba, hundió su espada rota en el muslo del caballero de la muerte. Arthas hizo girar Agonía de Escarcha desde arriba para luego hacerla descender y clavarla hasta la empuñadura tras la clavícula de Anasterian y hasta el centro de su pecho.

El caballero de la muerte liberó su hoja de un tirón y Anasterian se desplomó sobre el hielo.

El gran rey de los elfos nobles estaba muerto. Y, para muchos de nosotros aquel día, murieron con él nuestras esperanzas y nuestros corazones". QUINTA PARTE

Pasaje del diario de Lor'themar Theron, acerca del retorno del príncipe Kael'thas al poco de la destrucción de Quel'thalas:

"Nuestro rey caído, Anasterian, yacía sobre una mesa en la sala de la taberna; su espada rota, Felo'melorn, descansaba sobre su pecho, recompuestas las dos partes. Le dije a nuestro príncipe que el arma se había hecho pedazos en la batalla contra el caballero de la muerte Arthas.

Kael'thas se acercó al cadáver de su padre y, mientras pasaba el dedo por la fractura, aseguró que no creía posible que la hoja de Fogonazo pudiera romperse.

Me quedé reflexionando sobre el legado que le esperaba a nuestro pueblo y a la legendaria espada que ya no simbolizaba fortaleza ni dominio, sino falibilidad".

SEXTA PARTE

En el tiempo que prosiguió al devastador ataque de la Plaga contra Quel'thalas, el príncipe Kael'thas renombró a los elfos nobles supervivientes como sin'dorei, o elfos de sangre. Mientras el príncipe y una banda de elfos de sangre ayudaban a las tropas humanas del gran mariscal Garithos contra las fuerzas de no-muertos que quedaban, se rumoreaba que Kael'thas conservaba los trozos de la espada de su padre, Felo'melorn, sobre un aparador en sus desvencijados aposentos.

Kael'thas soñaba con reforjar el filo de Fogonazo para volver a convertirla en un símbolo de esperanza que demostrara a su pueblo que, incluso ante penurias abrumadoras, los elfos de sangre resisten.

SEPTIMA PARTE

Con el tiempo, el príncipe Kael'thas Caminante del Sol cumplió su sueño de volver a unir los trozos rotos de Felo'melorn.

Se dice que la espada se reforjó con "magia, odio y una necesidad acuciante de venganza".

Hay quien especula que llevaron la espada a un descendiente de Luminarian, el mago herrero que había creado originalmente el arma en su legendaria forja arcana antes de la Guerra de los Ancestros. Esta afirmación nunca ha sido verificada por una fuente independiente.

OCTAVA PARTE

Un relato de la batalla entre Kael'thas Caminante del Sol y el caballero de la muerte Arthas, de los escritos personales de Kael'thas:

"El caballero de la muerte cargó con su espada, Agonía de Escarcha, formando un arco descendiente. Yo lo bloqueé con mi bastón, pero fue inútil: el báculo se hizo pedazos. Entonces revelé mi sorpresa...

Felo'melorn. Fogonazo. Reparada e íntegra de nuevo. Ardía con la furia de los justos cuando nuestras dos espadas chocaron. Ambos nos mantuvimos firmes mientras las hojas forcejeaban. Sonreí y le pregunté a Arthas si se acordaba de Felo'melorn.

Él respondió con malicia que la vio partirse bajo Agonía de Escarcha cuando mató a mi padre. Mientras me rechazaba de una estocada, le dije que había encontrado la espada, que la había reforjado...

'Las espadas rotas son débiles cuando se reparan, elfo', dijo el despreciable antiguo príncipe.

'Las espadas humanas, tal vez', contesté. Y comprendí... ese día comprendí tan solo que quizás yo no vencería, pero que Felo'melorn no volvería a romperse.

Lleno de renovada determinación, ataqué".

NOVENA PARTE

Del diario de Lyandra Caminante del Sol, pariente lejana del rey Anasterian:

"Hoy, al fin, mis esfuerzos para descubrir el paradero de lo que me pertenece por derecho de nacimiento han dado sus frutos.

Ya se me ha revelado que la espada de mis ancestros, Felo'melorn, Fogonazo, se halla en la fortaleza del Rey Exánime, en la Ciudadela de la Corona de Hielo.

Allí la llevaron cuando dejó de estar en manos del traidor Kael'thas Caminante del Sol.

Al fin podré reclamar mi derecho al trono de los Caminante del Sol. Buscaré Fogonazo y cumpliré con mi destino".

DÉCIMA PARTE

Última entrada en el diario de Lyandra Caminante del Sol, pariente lejana del Rey Anasterian:

"Ciudadela de la Corona de Hielo, yo maldigo tu nombre.

Avancé por pasadizos vacíos y atravesé un sinuoso laberinto de saronita negra hasta que descubrí un fulgor rojo y cálido proveniente de una sala al final de un lúgubre corredor.

Entré y descubrí la espada... Felo'melorn. Fogonazo, colocada sobre una tarima. ¡Por fin, la espada que defendería mi reivindicación del trono de los Caminante del Sol! Me acerqué, fascinada, extendí la mano...

Y la puerta se cerró de golpe a mi espalda. El premio que tanto había perseguido estaba al fin a mi alcance...

Pero ahora... estoy atrapada. Me espera una muerte segura. O tal vez... algo peor".

UNDÉCIMA PARTE

Fragmento de un discurso pronunciado por Aethas Atracasol:

"Hermanos míos, desde la expulsión de los Atracasol del Kirin Tor, nos hemos esforzado por conseguir que nos readmitieran. Ahora os digo que la clave para nuestra salvación existe... existe en las heladas salas negras de la Ciudadela de la Corona de Hielo, en posesión de una elfa caída, Lyandra Caminante del Sol.

Ahora habita allí como una mera carcasa reanimada de lo que fue en vida, pero he sabido que es Lyandra quien tiene la infame espada de los reyes, Felo'melorn. Fogonazo. El mismísimo Rey Exánime le encomendó su custodia, para que ayudara en la batalla contra la Legión. Lyandra se obsesionó con la espada mientras estaba entre los vivos y, cuando se aventuró en Corona de Hielo para hacerse con ella, esa fijación resultó ser su perdición. Sin embargo, el trágico tropiezo de Lyandra nos brinda a nosotros una oportunidad...

La oportunidad para los Atracasol de recuperar el lugar que nos corresponde... ¡en el Kirin Tor!".

Ébano Glacial

Artículo principal: Ébano Glacial

ÉBANO GLACIAL

The half-elf Alodi wielded Ebonchill during his long tenure as the first Guardian of Tirisfal. He infused the greatstaff with his extraordinary power, and he began a tradition of passing the weapon down from mage to mage. For thousands of years, this practice continued uninterrupted. Some of Azeroth's mightiest spellcasters used Ebonchill to hunt down and vanquish the Burning Legion's wicked agents.

When the Legion stole Ebonchill, the tradition put in place by Alodi was broken... but only for a time. Now, in your hands, the greatstaff can once again fulfill its purpose to safeguard Azeroth.

PART ONE

The tale of Ebonchill begins with a half-elf mage named Alodi. Though he did not create the staff, he made it into the legendary weapon it is today.

Alodi never knew his real parents. From infancy, he was raised in an orphanage for magically gifted children in Dalaran. His only connection to his parents was Ebonchill, which they had left with the boy when they abandoned him at the school.

His dubious parentage and mixed ancestry made life difficult for Alodi. Most magi pitied him, but others treated him with scorn. No one believed he would rise to greatness. They were mistaken.

In time, the orphan would become the first Guardian of Tirisfal, one of the most powerful magi to have ever lived.

PART TWO

From his early days in the Dalaran orphanage, Alodi had been fascinated with frost magic. This was due in part to the icy enchantments woven into Ebonchill. With the staff, Alodi learned how to freeze water and manipulate air temperature, often to the chagrin of the orphanage headmaster.

Shortly after Alodi became Guardian, he honed his mastery of frost magic and imbued Ebonchill with his own powers. A wintry aura enveloped the staff. Much to the astonishment of Alodi's companions on the Council of Tirisfal, the weapon never felt cold to the touch. Ebonchill contained only a sliver of Alodi's might, but even that was more than most magi could ever hope of wielding.

PART THREE

Alodi became Guardian at a dire time for the Council of Tirisfal. This secret order of magi was created to protect Azeroth from demons. For many years, its members succeeded in their quest.

Then a dreadlord named Kathra'natir changed everything. The demon infiltrated Dalaran and thwarted the council's attempts to stop him. Kathra'natir sowed unrest in the streets, threatening to engulf the city in turmoil.

To defeat Kathra'natir, the Council of Tirisfal's magi took drastic measures. Through a complex ritual, they infused all of their power into Alodi. It was an act of great trust and faith.

Kathra'natir was no match for the newly empowered Alodi. The Guardian unleashed his astonishing power on the demon and banished him from the world in short order.

PART FOUR

During Alodi's tenure as Guardian, he used Ebonchill to hunt down every demon that stalked the lands of Azeroth. Many records tell of him calling down vicious ice storms to overwhelm his enemies, or encasing the Legion's agents in solid blocks of ice before exiling them from the world.

Near the end of Alodi's one hundred years of service as Guardian, he turned his attention to his apprentices. He had trained and tutored many young magi in the ways of the arcane. They had become the family that he had never had, and he treated them all as his own sons and daughters.

Alodi decided to pass on Ebonchill to one of these learned apprentices. He did not choose the most powerful. More important to Alodi were compassion, wisdom, and comradery. After much consideration, he entrusted his greatstaff to the apprentice who most embodied these traits.

So began a tradition of bequeathing Ebonchill that would endure for millennia.

PART FIVE

All was well with the Council of Tirisfal until the rise of Guardian Aegwynn. The gifted mage grew suspicious of the order. She believed that the council was abusing its power by manipulating the politics of human kingdoms. At the end of her one hundred years of service, she refused to step down as Guardian.

Aegwynn's disobedience eventually forced the council's hand. It formed the Tirisgarde, a group of talented magi charged with hunting down and subduing the wayward Guardian.

Among the Tirisgarde was a promising but arrogant young spellcaster named Tarthen. His aging master had long ago inherited Ebonchill, and he was in the process of choosing which apprentice would take it up next.

Tarthen fully expected to receive the greatstaff. He eclipsed his fellow apprentices in raw power and potential. But Tarthen's master put little weight in such things.

When the day of the ceremony came, the elderly mage gave Ebonchill to another apprentice--one who embodied the qualities of compassion, wisdom, and comradery.

PART SIX

After his master passed on Ebonchill to a different apprentice, Tarthen wallowed in anger and bitterness. He believed he had been wronged, and he was determined to prove himself.

Tarthen stole Ebonchill from its new owner, taking great care to cover up evidence of his crime. In secret, he practiced with the greatstaff and learned to wield its extraordinary energies.

Only a handful of Tarthen's most trusted Tirisgarde allies knew of his theft. They alone witnessed him bending Ebonchill's magics to his will, and they were in awe of the power at his fingertips.

Once he was confident he had mastered Ebonchill, Tarthen set out to do what no other Tirisgarde had thus far managed--he would defeat Aegwynn and forever etch his name in the histories.

PART SEVEN

An excerpt from a missive sent to the Council of Tirisfal:

" We have studied the residual magics at the battle site. Here is our assessment of what transpired.

" Tarthen confronted Aegwynn in Stranglethorn Vale. In terms of the power used by the two magi, the duel that ensued was one of the greatest to have ever occurred between a Tirisgarde and the renegade Guardian. But it was also one of the shortest.

" Tarthen bore Ebonchill in battle--the greatstaff reported stolen some months ago. When he unleashed the weapon's stored power on Aegwynn, she immediately turned the energies back on him with a counterspell. A storm of frost magic surged over Tarthen, encasing him in a layer of diamond-hard ice.

" Despite the hot weather in the region, Tarthen was still frozen solid when we found him. It took considerable effort to thaw his corpse and free Ebonchill from his lifeless hand."

PART EIGHT

The Council of Tirisfal magi who recovered Ebonchill returned the greatstaff to its owner. Over the following years, the tradition of handing down the weapon from master to apprentice continued. Many of these magi used Ebonchill to protect Azeroth from demons, but not the human named Arrexis.

Arrexis was a lover of knowledge. For days on end, he would lock himself in his personal archives, poring over ancient tomes and scrolls. When Ebonchill passed to him, he decided to study the greatstaff rather than wield it in battle. Arrexis knew well the weapon's history and deadly potential.

From his examinations, Arrexis believed that he could employ Ebonchill as a catalyst to power great spells--feats of magic that normally only a Guardian would be capable of. Over time, he harnessed the weapon's energies and used them to research new types of warding spells.

PART NINE

Arrexis lived in a time of upheaval and turmoil for the Council of Tirisfal. The current Guardian was named Medivh, and he was the son of Aegwynn. Like his rebellious mother, he shunned the council and largely kept to himself.

Unbeknownst to the council and the rest of the world, a great evil stirred in Medivh's soul. Sargeras, leader of the Burning Legion, had possessed the Guardian.

Due to Sargeras's manipulation, Medivh forged a pact with the orcish Horde and began paving the way for its invasion of Azeroth. To prevent the Council of Tirisfal from meddling in his affairs, the darkened Guardian secretly assassinated some of its members.

Medivh's gaze soon fell upon Arrexis and Ebonchill.

PART TEN

In pursuit of his studies, Arrexis gathered his apprentice magi and established a research camp near Medivh's domain, the tower of Karazhan. The structure was built atop a nexus of potent ley lines. The energies that coursed through Karazhan sometimes warped reality in the region.

Arrexis and his followers experimented with their warding magics outside Karazhan, attempting to neutralize the tower's strange powers. The records indicate that Guardian Medivh visited the magi at this time and offered his advice. He suggested that Arrexis could apply his warding spellwork in new ways, specifically to prevent demons from clawing into the world.

Though some members of the Council of Tirisfal distrusted him, Arrexis did not. He welcomed Medivh's support.

Arrexis's trusting nature would be his downfall.

PART ELEVEN

No one knows for sure what Medivh did during his visit with Arrexis. The details are shrouded in mystery and hearsay. Some rumors claim that the Guardian altered Ebonchill so that it would disrupt Arrexis's warding spells and destroy the venerated mage.

Whatever the truth, it is known that Arrexis heeded Medivh's advice. The elderly mage and his followers conducted a great ritual to protect an area from demonic incursions. The spell was only meant to be a test, but it had disastrous consequences.

When the magi began their casting, they inadvertently opened a path between Azeroth and the realm of demons, the Twisting Nether. Arrexis and all of his followers were ripped through the gateway and were never seen again. One account states that within the Twisting Nether, a handful of demons fell upon the shocked magi and slaughtered them to the last.

The demons were led by an eredar known as Balaadur. He took Ebonchill as a trophy of his bloody victory, and the ancient tradition of passing the greatstaff from master to apprentice died alongside Arrexis and his doomed protege.

Notas

  • Its name in alpha stages was History of Azerothian Artifacts.

Véase también


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